1.- Por la presentación de antecedentes, ha recurrido a esta Superintendencia la Isapre., reclamando en contra de esa Asociación, por cuanto calificó como común el accidente que sufrió su afiliada, doña, el 18 de diciembre de 2006.

Al efecto, señala que el siniestro en comento ocurrió a las 7:45 horas, aproximadamente, mientras la Sra. se desplazaba desde su domicilio particular a su lugar de trabajo, circunstancia en la que se torció el tobillo izquierdo. En dicha oportunidad, según consta en la copia de la DIAT que acompaña, la trabajadora sufrió la torcedura en la esquina de calle del Inca y Rosario Norte, comuna de Las Condes.

Adjunta también, fotocopia de carta remitida por la empleadora (Fundación San José para la Adopción Familiar) a esa Mutual, exponiendo las circunstancias en que ocurrió el accidente.

2.- Requerido al efecto, ese Organismo Administrador informó que efectuada la investigación que dispuso, concluyó que los antecedentes que lograron reunirse no permiten formarse la convicción de que el siniestro de la Sra. fue un accidente de trayecto.

Al efecto y entre otros documentos, acompaña un croquis del lugar del accidente, fotocopia de la DIAT y correo electrónico del experto en prevención de riesgos, don Juan Andrés Venegas.

Asimismo, esa Mutual expresa que la Excma. Corte Suprema, en fallo de 29 de marzo de 2010, recaído en autos rol N° 9322-2009, ratificó que las reclamaciones interpuestas fuera del plazo de los 90 días que establece el artículo 77 de la Ley N° 16.744, debían rechazarse por extemporáneas, por lo que se trataría sería una materia jurídicamente consolidada.

3.- Sobre el particular, esta Superintendencia manifiesta, en primer término, que el reclamo formulado por la ISAPRE es extemporáneo, toda vez que se interpuso fuera del plazo que contempla al efecto el artículo 77 de la Ley N°16.744, que se cuenta desde que tomó conocimiento de la calificación resuelta por esa Mutualidad, esto es, desde que recibió la Carta de Cobranza N°2006509, de 28 de junio de 2007.

Sin perjuicio de lo anterior, cabe hacer presente que el mismo fallo citado en el número anterior reconoció a esta Superintendencia facultades fiscalizadoras en la materia de que se trata, en virtud de las cuales este Servicio revisó la calificación del accidente en cuestión, concluyendo que los antecedentes acompañados permiten tener por acreditado un accidente del trabajo en el trayecto.

En efecto, cabe hacer presente que conforme al inciso segundo del artículo 5º de la Ley Nº16.744, son también accidentes del trabajo los ocurridos en el trayecto directo, de ida o regreso, entre la habitación y el lugar del trabajo. Además, el inciso segundo del artículo 7º del D.S. Nº101, de fuentes, prescribe que la circunstancia de haber ocurrido el accidente en el trayecto directo deberá ser acreditada ante el respectivo Organismo Administrador, mediante el correspondiente parte de Carabineros u otros medios igualmente fehacientes.

Al respecto, este Organismo Fiscalizador instruyó, mediante la Circular de Concordancias, que en aquellos casos en que la víctima no cuente con testigos o el parte de Carabineros para acreditar que el accidente tuvo lugar en el trayecto directo que media entre su habitación y su lugar de trabajo, su declaración puede llegar a constituir un medio de prueba fehaciente, en la medida en que se encuentre debidamente circunstanciada y sea concordante con otros antecedentes del caso.

4.- En la especie, la DIAT respectiva refiere que, a las 7:45 horas, entre la esquina de la calle Del Inca y Rosario Norte, en la vía pública, la Sra. Canales caminaba a tomar locomoción en dirección a su lugar de trabajo y se torció el tobillo izquierdo.
Por su parte, en la declaración contenida al ingreso al Servicio de Urgencia del Hospital del Trabajador, la afectada refiere que, luego de salir de su domicilio, aproximadamente a una cuadra y media de distancia, sufrió la torcedura de su tobillo izquierdo, pero que no le dio importancia y siguió su camino. Más tarde, luego de desarrollar sus actividades laborales llegó de vuelta a su domicilio y constató que el dolor había aumentado, por lo que se lo comunicó a su Jefa de Personal, quien le ordenó presentarse a esa Mutual al día siguiente.

Al respecto, cabe señalar que los antecedentes de la DIAT son coincidentes con la declaración de la trabajadora. Además, la hora de ocurrencia del accidente concuerda con la jornada de trabajo de la afectada (9:00 a 18:00 horas) y su declaración fue confirmada por la Jefa de Personal en carta cuya copia se tuvo a la vista.

Asimismo, el correo electrónico de 7 de abril de 2010, contiene una declaración de la trabajadora, tomada por su Experto en Prevención de Riesgos, que coincide con el resto de los antecedentes aportados y donde precisa que la torcedura de su tobillo se produjo por imperfecciones en la vereda. En la misma declaración, la trabajadora complementa la información antes entregada en el sentido de señalar como lugar del siniestro, la esquina Rosario Sur y no Rosario Norte, como se consigna en otros documentos.

Ahora bien, esa Mutualidad estimó que la afectada no había aportado medios de prueba fehacientes que acreditaran su accidente, motivo por el cual lo calificó como común, sin embargo, los antecedentes tenidos a la vista coinciden en cuanto a la hora, lugar y circunstancias que rodearon el siniestro en comento. Asimismo, resulta pertinente hacer presente que no se cuestionó la compatibilidad entre el mecanismo lesional relatado y el accidente en cuestión.

5.- Por tanto, en atención a lo expuesto, el accidente sufrido por doña, el 18 de diciembre de 2006, debe ser cubierto por el Seguro Social de la Ley Nº16.744